Por Isabel Pérez Santana
Santo Domingo-31-5-9-RD
Denunciamos a la opinión pública global que nuestra vida está siendo gravemente amenazada por personas que utilizan la contaminación ambiental como arma.
Nuestra casa es continuamente bombardeada por vahos excretales de origen humanos, aprovenientes de personas con enfermedades altamente contaminantes, como es la amebiasis, gripes de distintas clases, mediante estornudos ejecutados en puntos estudiados para que entren a la casa.
También usan desechos animales como pelambres, excreciones de animales paridos, y basuras en descomposición.
Los excrementos son enviados mediante ventiladores hacia dentro de nuestra casa. Los mismos producen enfermedades, pero no hay personas que se puedan identificar como agresores porque ese recurso es muy manejable con el concepto de «casualidad».
Se contraen las enfermedades y todo parece normal, pero ha sido una contaminación. Un acto criminal.
Esas agreciones pasan a exportarlas, pues donde nos desplazamos también se desplazan los contaminadores. Establecen enlace con las diferentes comunidades donde nos desplazamos.
Las personas envueltas en esos actos delincuenciales contra nuestra salud, despliegan irrespeto por los símbolos patrios, por la historia, por la edad, por los conceptos de rrespeto esenciales de nuestra sociedad.
Lo mismo que por la decencia femenina, por los valores familiares, por los valores religiosos, por las niñez, por los derechso humanos, por la imagen pública, por el tiempo de descanso, alimentación, estudio, y cultivación religiosa, las ocaciones y lugares respetados por toda la sociedad.
Desarrollan gran culto al sexo, la homosexualidad, el derroche de dinero, la coalición para delinquir, la apariencia de poder social,las buenas comidas, hacen gran uso de la mentira para sostener algún concepto expresado por ellos.
También acude a la destrucción de los recursos tecnológicos, como el sistema eléctrico de la casa, violasr el recinto familiar y la casa misma, intentar romper el sistema eléctri desde el poste hacia la casa.