Por Isabel Pérez Santana
29-6-10-RD
Hace siete años me mudé a la urbanización El Edén de Villa Mella. Desde entonces debo enfrentar el acoso de un delincuente que se hace llamar pastor y hace de tal sus agresiones en forma de acoso disimulado unas veces y otras no tanto las he tenido que evadir cada día que vivo en mi hogar.
Hoy, a la hora de esta publicación tomé la decisión de retarlo a violar mi hogar y/o recinto domiciliario delante de mi. En mi presencia. También lo reté a quitar los bloqueadores de plástico que uso para evitar la entrada del aire fétido que envía tanto a nivel personal como a través de sus testaferros, contra mi hogar.
Siempre lo hace después que me acuesto y ya no me es posible defender mi hogar y el derecho que tengo a ser respetada en mi condición de mujer solter.
Es resaltable el hecho de mi estado civil, pues no incide sobre damas que se hagan gestear de alguna manera por un hombre visible, que él pueda recibir respuesta a sus acciones vandálicas.
Para evitar acciones legales en mis diferentes denuncias, lo he apodado el delincuiente «pastor miqui. Lo de miqui es porque él y su pandilla son en extremo solidarios, como los ratones.
Se lñe ve pasearse orondo, con la cara llena de risa burlona, risa de impunidad.
Siempre obra a espaldas de sus víctimas, pro a vista de toda la comunidad, así la persona objeto de sus acciones es doblemente burlada, pues viola él los derechos de las personas y toda la comunidad lo ve y se ríe, lo toma como el hombre enamorado que le juega «pasadas» a la mujer objeto de sus agresiones.
Entre las violaciones entra también la violación del domicilio, literalmente hablando. Y nadie le reprocha, ni llama a la policía, si una llema a la uniformada, entonces él actúa tantas veces, que las personas se desacreditan delante de las autoridades, y dejan de acudir a los diferentes llamados.
Cuando la policía ya no acude a los llamados, entonces a las personas le sucede tragedis muy grandes, hasta atraco han ocurrido. Es nuestro caso. En mi hogar atrracaron a mi hermano, lo cuakl está reseñado en publicaciones anteriores. Pues la policía ya no tomaba tan aen serio los llamdos, a cuasa de la frecuencia de los mismos.
Ekl supuesto «pastor», en mi concepto debía ser llevado a los tribunales y de ser así, le acería más cárcel que a Bin Laden, llega a la comunidad, a determinadas horas y se acobecha en uno de los lugares donde le apañan, y desde ahí prende a toda la comunidad en conflictos que se manifiestan en escándlo y quejas de sus víctimas.
Desde donde se agazapa, mueve todos los huilos que aprovocan conflictos y se «prende» la comunidad, en hablar alto, en suspenciones de la energía eléctrica para bloquear estas publicaciones…es inumerable la variedad que posee de molestar a la persona oibjetio des delincuencias.
Pero el asunto no se queda ahí, el mismo se exporta a donde se desplaxa la persona objeto de sus delincuencias. He tenido que enfrentarme a dus actos delictivos has en mi pueblo natal, Samaná, en los diferentes sectores de la capital, en los diferentes estamentos sociales a donde tengo mis relaciones con otras persoans.
Doy a esta publicación carácter de denuncia ante el Estado Dominicano, para que tome las medidas adecuadas, pues no debe quedar en la indiferencia semejante acción.
Publico sin revisar mi escrito pues temo suspenda el servicio de energía eléctrica.